
Cundinamarca refuerza la seguridad y el acceso a la justicia con nuevas entregas y convenios
3 abril, 2025
Confirman cinco casos de fiebre amarilla en Bogotá: todos llegaron desde el Tolima
21 abril, 2025Fallece el papa Francisco, un líder espiritual cercano y apasionado por el fútbol

Este lunes 21 de abril de 2025, a los 88 años, falleció el papa Francisco en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. La noticia fue confirmada por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo, quien expresó con pesar: “El papa Francisco ha regresado a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio de Dios y de la Iglesia, y nos enseñó el valor del Evangelio con fidelidad, valentía y amor, especialmente hacia los más necesitados.”
Francisco murió a las 7:35 a.m., apenas un día después de su última aparición pública durante la tradicional bendición Urbi et Orbi. Visiblemente frágil, apenas pudo pronunciar unas palabras para desear una feliz Pascua, antes de recorrer en el papamóvil la plaza de San Pedro.
Desde mediados de febrero, el pontífice había enfrentado serios problemas de salud debido a una neumonía bilateral que lo obligó a permanecer 37 días hospitalizado. Aunque se mantenía convaleciente, apareció brevemente el Domingo de Pascua para despedirse con su acostumbrada cercanía.
Un papado fuera de lo común
El papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires en 1936, fue el primer pontífice latinoamericano, y también el primer jesuita en ocupar la silla de Pedro. Su papado, que se extendió por más de 12 años, estuvo marcado por una fuerte apuesta por una Iglesia abierta, cercana a los excluidos y los pobres, y menos apegada a la rigidez del protocolo tradicional.
Desde su elección el 13 de marzo de 2013, cuando pronunció sus ya célebres palabras: “Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscar al nuevo Papa casi al fin del mundo”, Bergoglio dejó claro que venía a marcar la diferencia.
En aquel momento tenía 76 años y ya se preparaba para su retiro como arzobispo de Buenos Aires. Incluso había reservado una habitación en un hogar sacerdotal en su barrio de toda la vida. Sin embargo, los planes cambiaron radicalmente cuando fue elegido como el 266.º sucesor de Pedro.
El nombre que marcó un estilo
El nombre que eligió, Francisco, no fue casualidad. Lo hizo en honor a san Francisco de Asís, el santo que predicó la pobreza, la paz y el amor por todas las criaturas. Fue una señal clara del tipo de Iglesia que buscaba: humilde, cercana y comprometida con los más olvidados.
Su sensibilidad hacia los migrantes, los descartados y los marginados se relacionaba profundamente con su propia historia. Nacido en una familia de inmigrantes italianos, fue el mayor de cinco hermanos y creció en un hogar sencillo en los barrios porteños de Flores y Almagro. Allí, su abuela Rosa, una mujer de fe profunda, fue una influencia clave en su vida y su vocación religiosa.
Desde joven mostró una gran pasión por la lectura, la fe y... el fútbol. Era hincha de San Lorenzo, un modesto club de Buenos Aires con raíces salesianas. Esa pasión lo acompañó siempre, junto a su particular sentido del humor y su estilo directo y empático.
Un liderazgo desafiante
Francisco no esquivó los temas difíciles: enfrentó la reforma interna de la Iglesia y se comprometió de frente contra los abusos sexuales. Escuchó a las víctimas, pidió perdón y trató de impulsar cambios reales. No fue fácil: dentro del propio Vaticano enfrentó críticas y resistencias. Pero nunca abandonó su objetivo de mantener la unidad sin renunciar a sus principios.
En uno de sus últimos mensajes, ya durante la Cuaresma, dejó una frase que hoy cobra un sentido especial: “Estamos protegidos por la esperanza que no defrauda, porque la esperanza es el ancla del alma, segura y firme.”
Las últimas horas de Francisco
Según informaron medios italianos que citaron fuentes del Vaticano, el papa Francisco se despertó este lunes alrededor de las seis de la mañana, en aparente buen estado. El diario Corriere della Sera señaló que “se encontraba razonablemente bien” al iniciar el día. Sin embargo, poco después, a las 7 a.m., habría sufrido un derrame cerebral que resultó fatal. Treinta y cinco minutos más tarde, a las 7:35, se confirmó su fallecimiento.
Con su partida, el mundo despide a un líder espiritual que supo tender puentes, hablar con sencillez y hacer de la humildad una forma de liderazgo. Un papa del pueblo, que nunca dejó de mirar a los ojos a los que más lo necesitaban.